Valores Bíblicos. Pacificar

Pacificar.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo 5:9

Pese a que cientos de concursantes de Miss Universo han deseado paz mundial, las hostilidades y contiendas siguen marcando la historia del mundo. No ocurren por territorio, petróleo o poder geopolítico. Estos son solo síntomas del auténtico mal, que es el corazón del hombre contaminado por el pecado. Como un mal diagnostico genera un mal tratamiento, siempre hay quienes “curan la herida” superficialmente “diciendo: Paz, paz; y no hay paz”. Lo que hay son pacificadores, “los que trabajan por la paz”.

Un pacificador es alguien que trabaja para evitar conflictos y reconciliar enemistados. Es el que con sus reacciones y respuestas contagia paz. Es el de la blanda respuesta, el que pasa por alto la ofensa, el que no “retuitea” chismes, el que no echa leña al fuego, el que tarda en enojarse, el que controla su carácter, el que refrena su lengua del mal y no habla engaños. El que busca la paz y la sigue.

La Biblia propone que cada creyente sea un pacificador. Pero eso implica un corazón regenerado. Es imposible contagiar paz sin primero tener la paz de Dios que resulta del Espíritu Santo operando en la vida. Y eso requiere haber alcanzado paz con Dios, mediante la sangre derramada del que vino para reconciliarnos con Dios, de Jesús, el “Príncipe de Paz”.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7

Por Pablo D. López