Lucas 9:18-20
¿Quien dice la gente que soy yo? Preguntó Jesús a sus discípulos.
La opinión del pueblo estaba dividida: algunos decian que era un profeta de la antigüedad que había regresado...otros hablaban de otro gran profeta y mártir quizás resucitado.
Pero la pregunta más importante no era acerca de esa encuesta de opinión popular sino...
Y ustedes...¿quien dicen que soy?
Hubo un instante de silencio entre aquel puñado de hombres...hombres sencillos. Algunos eran pescadores, otro un cobrador de impuestos, uno era un inquieto revolucionario anti-Roma, otros tan solo hombres comunes, que habían decidido seguir a aquel singular maestro.
De pronto Pedro se adelantó, con los ojos fijos en Jesús, y le dijo: Tu eres el Cristo de Dios.
El Cristo, el Mesias prometido, el Salvador del mundo.
Su afirmación fue alabada por el Señor Jesús, como una revelación directa del Padre.
Estos mismos hombres serían convertidos por el Señor en firmes apostoles, quienes entregarían su vida por la causa del evangelio.
Aunque no todos...Judas Iscariote le traicionó. En la última noche... en la cena...cuando Jesús anunció que uno de ellos le entregaría, cada uno de sus apóstoles le preguntó "¿Soy yo, Señor?". Finalmente Judas preguntó "¿Soy yo, Maestro?". Los 11 declararon que Jesús era su Señor, pero para Judas sólo era un maestro. La diferencia era profunda. Y el resultado también lo fue. Judas no reconoció en Jesus al Señor, al Salvador prometido, y por eso le entregó...y se perdió para siempre.
Lo que tu pienses y creas acerca de Jesús, eso define tu vida, cómo la vives, pero define, sobre todo, tu eternidad.
"¿Que harás con Jesús? No puedes ser neutral; Algún día tu corazón preguntará: ¿Que hará Él conmigo?" A.B.Simpson
"Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén" 2 Pedro 3:18
Por Mauricio Amaral
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