sábado, 25 de julio de 2020

Job 24


1. La contienda de Job con Dios es tan grotesca que él da a entender que Dios no gobierna a la humanidad adecuadamente. El punto es que el hombre, incluso después de la caída, tiene libre albedrío y todas sus obras serán juzgadas no aquí, sino en la eternidad. Hay muchas injusticias, como el robo de ganado y tierras, el robo de pertenencias de huérfanos y viudas, las injusticias sociales, como la gente pobre que pasa frío, endeudados con acreedores ricos y trabajando como esclavos. Parece que Dios no ve estas injusticias (v.1-12).

 “Job lamenta que los tiempos de castigo no son bien explicados por Dios, que aquellos que conocen a Dios puedan ver y comprender Sus razones. Luego comienza a describir la vida de los impíos, quienes practican las obras de la oscuridad y aparentemente no son castigados. Sigue un catálogo muy triste de crímenes "[1].

2. La compulsión por el pecado es tan grande que los perversos nunca se cansan ​​de cometer crímenes. Temprano en la mañana hay asesinatos y robos en la noche. Los malvados no respetan a los pobres, sino que los matan como si fueran el objetivo de grandes ganancias. El adúltero no puede esperar a que llegue la noche para poder practicar secretamente la inmoralidad. Durante el día, los malhechores están en casa y por la noche cometen delitos. La mañana es terror para ellos, pero por la noche se sienten muy cómodos (v.13-17).

3. Job también está de acuerdo con sus amigos en que la maldad debe terminar pronto y que los malvados deben ser juzgados, pues no harán ninguna falta en la tierra. Puede que hayan acumulado viñedos y granjas, pero ya no disfrutarán de sus robos. La muerte cesará rápidamente su memoria así como el hielo se derrite y el agua arrojada a una tierra seca desaparece pronto. Serán el banquete de los gusanos en la tierra. Las crueldades que han cometido serán vengadas (v.18-21).

4. Job comienza a pensar que a Dios no le importan los malvados y parece que incluso Dios está apoyando a estas malas personas. De todos modos, ya sea que los malvados tengan una larga vida o no, serán cortados. Es solo cuestión de tiempo (v.22-25).



[1] Through the Bible Day by Day – A Devotional Commentary by F. B. Meyer, B.A. - Published in 1914; public domain (extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)

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