Salmo 17

Salmo 17: La superioridad de la justicia de Dios sobre las injusticias de este mundo

El salmista confía en la justicia de Dios. No se exalta a sí mismo como perfecto, pero en lo que Dios exige está caminando conforme a la luz recibida. Siendo así, no es pretencioso esperar a que se haga justicia. El mundo tiene cierta justicia mínima y se espera que actuando correctamente, esta justicia terrenal sea coherente. Es lo mismo que dijo Pablo en Romanos 13 sobre la autoridad de los gobiernos humanos. Sin embargo, dado que muchos no caminan de acuerdo con el sentido común, el creyente necesita protegerse en este mundo detrás de la oración, pidiendo al Señor que prevalezca contra las injusticias de este mundo (v.1-15).

“¡Qué hermoso contraste se dibuja aquí entre los hombres del mundo y los seguidores del Señor! Los del mundo tienen su parte en esta vida. Es todo su deseo; todo lo que codician; todo lo que pueden disfrutar. De ellos, los seguidores del Señor dicen: que el buen Señor nos guarde. Que Jesús y sus bendiciones sean mías; y así, disfrutando por fe de la dulzura de su amor aquí, seré resucitado para el placer completo y para su salvación por toda la eternidad "[1].

Salmo 17: La superioridad de la justicia de Dios sobre las injusticias de este mundo

1. La justicia de Dios se prueba con fuego (v.1-5)

2. La justicia de Dios protege a quienes se refugian en ella (v.6-9)

3. La justicia de Dios provoca a los insensibles a esta justicia (v.10-15)

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[1] Poor Man's Commentary (Robert Hawker) – Sl 17.15 - Published in 1805; public domain (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)