Salmo 59: Las semejanzas en las situaciones de David y el creyente
Saúl envió asesinos para acabar con David, pero Dios lo liberó nuevamente. La oración siempre estuvo en boca del salmista. Nosotros tenemos una forma adecuada de lidiar con los problemas de la vida y esa forma nunca cambia, siempre es la oración. Cualquiera tendría miedo de perros gruñendo por la noche. Así David se sentía acorralado por los enemigos. La victoria del creyente, en los salmos, no está en su fuerza, firmeza y confianza total en todo momento, sino en la debilidad y dependencia de Aquel que es fuerte. No tenemos que declarar nuestra propia victoria, sino declarar el nombre de Dios. Él es el que posee los atributos fuertes y maravillosos. Estamos protegidos bajo Sus alas y no en nuestra fuerza, porque no la tenemos (v.1-17).
“Estos perversos tienen sed de sangre y esperan, implacables, por la oportunidad de matarlo; se reúnen con el único propósito de eliminarlo. Lo más asombroso, sin embargo, es que no hay motivo para atacarlo, ya que el salmista no es culpable de las acusaciones de traición y deslealtad que se le atribuyen. No hubo transgresión de tu parte. Por lo tanto, David le pide al Señor que se despierte y venga a librarlo "1.
Salmo 59: Las semejanzas en las situaciones de David y el creyente
1.David, como nosotros, tenía oponentes (v.1-9)
2.David, como nosotros, confiaba solo en Dios (v.10-17)
1.Comentário Bíblico Popular Antigo Testamento – Sl 59.3 – pg. 430 - William MacDonald (Editora Mundo Cristão – SP – 2ª ed. junho de 2011 – impresso na China)
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