Salmo 140: Temas favoritos de los calumniadores
“Aparentemente, las circunstancias que sirvieron de telón de fondo para este salmo ocurrieron durante los años en que David era parte de la corte de Saúl, cuando la paranoia y la envidia de Saúl aún se estaban desarrollando. En un intento por complacer al rey, algunos oficiales de Saúl difundieron mentiras sobre el joven David y pusieron trampas para acabar con su reputación. El pueblo de Dios enfrenta situaciones similares hoy en día, porque Satanás es un homicida (Juan 8:44), un calumniador, un acusador (Apocalipsis 12:10) y un engañador (2 Corintios 11: 3) ”1 .
1.Algunos dicen que este Salmo fue escrito por David antes de convertirse en rey. Incluso antes de ser rey, David ya era calumniado. La calumnia es una forma de violencia, ya que toma a la víctima por detrás y la víctima no tiene posibilidad de defenderse. La calumnia lastima tanto a la víctima como al agresor a largo plazo. El calumniador se ensucia a sí mismo.
2. No importa lo que quiera el calumniador con su calumnia, el método siempre será poner trampas para que el otro caiga. Él armará lazos para que alguien lo escuche y al mismo tiempo armará lazos contra la persona de la que hablará mal. El salmista pidió la protección de Dios contra los calumniadores. Son violentos y es imposible protegerse de lo que no vemos. Cuando alguien habla contra nosotros a nuestras espaldas, no tenemos forma de defendernos (v.1).
3. Los calumniadores maquinan el mal. Quizás, a las personas que tienen tiempo de sobra les resulta más fácil calumniar, porque la trampa no se hace sin pensar. Las calumnias, que también son contiendas, son forjadas. Una espada no se forja con fuego bajo, sino con mucho ardor y muchos golpes (v.2)
4. Así como se afila una espada para penetrar a la víctima, la calumnia es muy sutil para que nadie sospeche, sino que penetra mortalmente en la víctima. La serpiente es silenciosa, pero su boca es venenosa. La calumnia difícilmente se dice en voz muy alta, mas bien en susurros (v.3).
5. El tema favorito de los calumniadores es desviar los pasos de las personas, construir lazos, hacerlos caer. El calumniador hace caer a la víctima y cae también el que presta sus oídos a la calumnia. Nadie está exento de los males de la calumnia (v.4).
6. La calumnia es como una trampa. Nadie coloca una trampa en lugares donde no pasaría ninguna presa, sino que la trampa se coloca en lugares donde existe una posibilidad real de atrapar algo. La calumnia tiene una gran posibilidad de derribar a alguien, ya que siempre hay malos oídos para escuchar las calumnias (v.5).
7. El clamor es un tema que se repite constantemente en los salmos. Contra la calumnia solo tenemos un arma y esa es la oración, el clamor a Dios. Dios sabe lo que la gente habla de nosotros, Él es nuestro juez. Las trampas son un tema favorito de los calumniadores. No hay ningún propósito sano en la calumnia, sino el de prender a alguien en un lazo para beneficio propio. Debemos recordar que caen en ese lazo los que los arman y los que escuchan, los inocentes son libres (v.6).
8. Otro tema favorito de los difamadores son los malos propósitos. ¿Cuál es el propósito de la calumnia, sino el perjuicio de otros a favor de intereses mezquinos? Nuevamente, el único recurso que tiene el inocente es clamar a Dios para que la calumnia no prospere y los malos propósitos de la calumnia no lo alcancen. Si esto sucede, sabemos que Dios está por sobre toda la situación (v.8).
9. Los calumniadores son siempre altivos. Nadie puede hablar mal de otro con humildad. Para hablar mal de alguien es necesario ponerse como juez y colocarse por encima de los demás. El salmista suplica a Dios que el mal que sus calumniadores desean caiga sobre ellos mismos (v. 9).
10. El creyente no quiere el mal de las personas, pero al mismo tiempo, el creyente quiere que se lleve a cabo la justicia de Dios. Satanás, el gran calumniador, será arrojado al fuego y todos los calumniadores no arrepentidos seguirán el mismo camino de muerte. No es bueno que un creyente siga este camino (v.10).
11. La justicia de Dios requiere que el calumniador siempre sea perjudicado. Hablar mal de los demás es un hábito que, con el tiempo, resulta adictivo y agradable, pero la condena y la vergüenza son ciertas. Nadie puede establecerse con la calumnia (v.11).
12. Mientras no se mantenga la calumnia, la justicia permanece firme, aunque el justo sea un pobre y oprimido. Nuestros labios se deslizan mucho. Siempre que nos alejamos del Señor, nuestros temas favoritos comienzan a ser las trampas y malos propósitos, pero no debería ser así. Tenemos que purificar nuestros labios con las brasas del altar de Dios (v.12).
13. El Señor se alegra con los rectos de corazón y los puros de labios. Se complace en ellos y habitarán con el Señor. Hay otros temas para que desarrollen nuestros labios. Los calumniadores desarrollan el tema de las trampas y los propósitos malvados, pero contra ellos mismos colocan las trampas y los propósitos malignos caen sobre ellos mismos (v.13).
Salmo 140: Temas favoritos de los calumniadores
1. Trampas (v.1-7)
2. Malos propósitos (v. 8-13)
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