Capítulo 24: Advertencias contra las malas compañías
1. ¿Quién nunca tuvo envidia de los malvados? Asaf tuvo (Sal 73), pero es necesario despertar de esta “pesadilla” mientras haya tiempo. Se aplica a cualquier planificación. En cuanto a la familia, es bastante cierto. Un hogar feliz se construye con sabiduría. Incluye el mobiliario para un hogar. La construcción más excelente de un hogar es una esposa sumisa, un esposo amoroso e hijos obedientes. La sabiduría es fuerza y esta siempre aumenta (se consolida). Winston Churchill (el primer ministro de Inglaterra), el mejor estratega de guerra de todos los tiempos era terco y de mente fuerte, pero con paciencia, su médico, Lord Moran, se convirtió en su consejero. Todas las noches Churchill lo buscaba, no siempre para pedirle consejo, sino para derramar su corazón, esperanzas y frustraciones. Nadie puede quedar sin consejo (v.1-6).
2. El necio no está altura de la sabiduría, en la puerta (entrada a la ciudad donde hay jueces, ancianos y sabios) debe permanecer en silencio. “Juicio” = puerta, porque allí se tomaban decisiones y se hacían juicios. La opinión pública sobre esta persona es que es alguien de malas intenciones; quiere el mal de los demás, porque ama la contienda. Nadie apoya a un escarnecedor. El hecho de poder contaminar un medio demuestra la falta de coraje de alguien para expulsarlo. (N de T. v.10 muchas versiones traducen “angustia” en vez de trabajo”) Cuando más necesitamos la fuerza, no puede abandonarnos, por eso, es necesario cultivar una paz mental para tener “reservas” en los momentos de luchas. Aquí está el pecado por omisión, es decir, evadir el deber. Se pueden ofrecer varias excusas, pero Dios ve y juzga. Por lo tanto, existe el pecado de hacer daño a alguien y el pecado de no hacer el bien a alguien. Es cierto que todo pecado tiene perdón, pero el descuido, aunque perdonado, puede ser trágico, ya que puede que no haya más oportunidad de hacer el bien para algunos. Sabemos que incluso en la ley civil, por ejemplo, negar ayuda es un delito pasible de castigo (v. 7-12).
“El crimen negativo. La pregunta “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Se responde aquí con una afirmación enfática, ya que la referencia especial de las palabras condena claramente como un crimen de omisión a favor de los débiles y angustiados. Este delito se puede cometer en varias situaciones. Los culpables de esto pueden ser totalmente indiferentes a los sufrimientos de los demás. Hay muchos hombres y mujeres que solo se preocupan por sí mismos y nunca por el sufrimiento de los demás. No les importa quién tiene hambre, siempre que ellos mismos estén bien alimentados y qué privaciones puedan estar experimentando los demás, si ellos mismos están abastecidos. Pero el crimen se reduce a la cobardía moral y la falta de voluntad para practicar el altruismo. Un hombre puede estar lo suficientemente interesado por el peligro de que un hermano se ahogue y le arroje una cuerda, pero puede que se acobarde de arrojarse al agua y arriesgarse a ahogarse para salvarlo " (1) .
3. Dios no está en contra de las cosas agradables, como algunos imaginan. La sabiduría es el mayor placer que cualquiera puede encontrar. El que lucha contra un justo lucha contra Dios. Los malvados pueden vencer a los justos por un tiempo, pero los justos ya conocen el resultado final. La enseñanza del verso 16 es de gran ánimo: no significa que el justo no cae, sino que no permanece caído. Ejemplo: Pedro falló mucho, pero Jesús lo levantaba; Judas cayó una vez y fue fatal. Puede que nunca hayas dicho que te alegras por la desgracia de un enemigo, pero ya lo has pensado. Hay dos lados de este problema: 1º Dios puede dejar de castigarlo debido a la actitud vengativa. 2. El pecado de regocijarse por la caída del enemigo es mayor que su propio castigo (v. 8-18).
4. Si no existiese la posibilidad de que los justos tuvieran celos de los injustos, esta advertencia no sería necesaria, pero como se ve claramente en el Salmo 73, es perfectamente posible que los justos envidien a los injustos. El temor del Señor y de las autoridades ya son principios bien conocidos para los creyentes. La parte b del versículo 21 enseña:
1) no ser inconstante. Establecerse en un lugar o algo da seguridad y autoridad. Observe en el área profesional. (Ej: médicos, comerciantes,). "piedra que rueda no crea musgo". Esto es ideal en el ministerio del obrero cristiano.
2) otra interpretación de "los que buscan el cambio" en hebreo sonim = rebelde. En otras palabras, teme al Señor y al rey, porque si no lo hace, los rebeldes sufrirán la ruina. ¿Quién sabe cuándo vendrá su ruina? Del Señor nunca vendrá; y del rey, solo Dios lo sabe.
(v.19-22)
5. Cuando se va a hacer justicia se deben ignorar algunos aspectos como el estatus social, la amistad, la fortuna o cualquier favoritismo. No debe haber parcialidad al juzgar. El honor de un juez está en hacer justicia, pero la reputación de injusticia se hace conocida . Un juez justo no siempre disfruta de los placeres en esta tierra, a diferencia, a menudo, de la persecución; pero el principio divino continúa: un juez justo merece honor. A todo el mundo le gustan las personas con palabras claras. El beso en los labios era una costumbre persa utilizada para expresar gratitud. Antes de construir una casa, es necesaria una planificación material y espiritual, por así decirlo. "Prepara tu trabajo desde fuera", combina con 1 Reyes 6,7 y Lc 14:28. Una persona que acusa al otra sin fundamento es aborrecible para el Señor (6.19). Romanos 12:19 dice que Dios pagará a cada uno según su obra. Un vengativo pierde la razón en el asunto y está sujeto a la venganza de Dios. ¡Mira la casa del perezoso! ¡Su plantación! La vida de la persona perezosa ofrece algo de enseñanza. El sabio recibe instrucción. La pobreza llega poco a poco hasta el día en que el perezoso es apresado como un ladrón armado (v.23-34).
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