Capítulo 25: Setenta años de cautiverio.
Desde el comienzo del ministerio de Jeremías, el pueblo recibió advertencia sobre el cautiverio. La nación nunca quiso escuchar las palabras del Señor. Fueron 23 años de predicación dura sin oyentes arrepentidos. Dios no dejará de castigar a Babilonia, pero esa es otra parte de la historia. El creyente no debe preocuparse por las injusticias, sino aprender de ellas si hay algo que corregir en su propia vida. Así es como Jesús le habló a Pedro acerca de Juan. No es asunto de Pedro si Dios quiere mantener a Juan con vida hasta que Jesús venga. Cada uno debe cumplir su parte en obediencia al Señor. Él cuidará de otros creyentes e incrédulos, aquellos que nos han hecho bien o nos han hecho daño. Jeremías también destaca en este capítulo unas 20 personas que recibirán o ya han recibido el castigo de Dios. Por tanto, el control absoluto de la historia humana está en manos de Dios. Nosotros estudiamos Historia, Dios controla la Historia de acuerdo a Su voluntad y también considerando las actitudes de las personas hacia el Gobierno Humano y su relación o falta de relación con Él (v.1-38).
“Durante 23 años, Jeremías advirtió a todo el pueblo de Judá sobre el juicio; otros hombres de Dios no han dejado de llamarlos al arrepentimiento. Como no escucharon, serían llevados cautivos por Nabucodonosor, un siervo de Dios, y permanecerían en el exilio durante setenta años. En 2 Crónicas 36:20-21, encontramos la razón de la duración del cautiverio y de la advertencia de Dios a los judíos sobre el tiempo del exilio: A los que escaparon de la espada, los llevó a Babilonia, donde sus siervos y de sus hijos, hasta el tiempo del reino de Persia; para que se cumpliera la palabra del Señor, por boca de Jeremías, hasta que la tierra se complaciera con sus sábados; Todos los días de desolación reposó, hasta que se cumplieron los setenta años. Según Levítico 25:3-5, la tierra debía descansar cada siete años. El pueblo había desobedecido esa ley ”.[1]
Cercados por un muro (Jr 21-25)
1. Detrás del muro hay enemigos listos para invadir (21: 3-7)
2. El muro que ya no protege (21:8-10,14)
3. Los enemigos fuera del muro tendrán éxito (22:25)
4. El redil de Dios es más seguro que la muralla de la ciudad rebelde (23: 1-6)
5. Los moradores que abandonen las murallas de la ciudad tendrán más éxito (24:1-10)
6. Los moradores estarán 70 años del otro lado del muro (11.25-12.29)
[1]Comentário Bíblico Popular Antigo Testamento, pg. 684 – Jr 25.1-11 – William MacDonald (Editora Mundo Cristão – SP – 2ª ed. junho de 2011 – impresso na China)
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