Capítulo 5: Una lista de pecados muy actual
1. Cuando el pecado adquiere una proporción tan grande, la sociedad se deteriora. Judá dejó de confiar en el Señor y comenzó a hacer falsos juramentos de obediencia a Dios. La dureza del corazón del hombre no acepta la disciplina del Señor. Los pobres o el los que no tienen conocimiento todavía tienen una disculpa, sin embargo, los nobles (sacerdotes y príncipes) están obligados a conocer, obedecer y transmitir la Palabra de Dios y, por tanto, son imperdonables. La destrucción por las fieras es inevitable. El león, el lobo y el leopardo pueden ser figuras para los enemigos de Judá: Babilonia, Media y Grecia (v.1-6).
2. Los pecados se han vuelto cada vez más repugnantes, tales como la idolatría y la prostitución. Esta vez, prostitución no es una metáfora de la idolatría, sino prostitución literal, inmoralidad sexual. El Señor es vengador de los adúlteros (Hebreos 13:4). Babilonia vendría sobre Judá como si fueran langostas en una plantación o zorros en un viñedo. El pecador se vuelve indiferente a la disciplina de Dios cuando su corazón se endurece, pero nadie puede negar los sufrimientos de la vida por mucho tiempo. Los mayores culpables son los profetas que no dicen la verdad, por lo que tendrán su parte de disciplina. Babilonia vendrá como un fuego destructivo y el idioma desconocido perturbará aún más a Judá (v. 7-15).
“Recorred las calles de Jerusalén (1). La búsqueda es vana [frustrada, infructuosa], lo que explica por qué la nación está indefensa como un hombre acostumbrado a vivir en la ciudad y que, de repente, se encuentra abandonado en una selva donde abundan las bestias (6). De hecho, los habitantes de Jerusalén habían descendido al nivel de los animales. Cuando Dios los alimentó (7), habían prostituido Su generosidad, comportándose como caballos bien alimentados y llenos de sensualidad (8) ”.[1]
3. Los pecadores de Judá que se mostraron tan valientes al desobedecer a Dios, ahora tendrán que enfrentarse a los valientes de Babilonia y se acobardarán. El pecador teme muy poco a Dios, pero teme las situaciones de la vida. Por tanto, Dios, para mostrar Su poder al hombre presuntuoso, utiliza las propias aflicciones de los mortales para llegar a los corazones duros. Dios afecta los bienes, la familia y la seguridad de Judá. Nunca fue la meta de Dios acabar con Judá, sino solo disciplinarla. Además de servir a los dioses en la tierra prometida, servirán a los extranjeros en una tierra lejana (v.16-19).
4. Esta profecía no se puede resumirse a Judá y luego no usarla para nada más. Dios quiere que aprendamos hoy de los ejemplos bíblicos del pasado. Los pecados son actuales y la dureza del corazón continúa. Incluso las poderosas olas del mar respetan los límites de la arena de la playa, sin embargo, el pecador no respeta los límites y se rebela contra Dios. El hombre ve aparecer y desaparecer las estaciones en su propio tiempo, pero no puede ver los planes de Dios (v. 20-25).
5. Los líderes de Judá son como cazadores de pájaros. Llenan las jaulas, pero todavía quieren más. Los líderes llenan sus hogares de pecados, pero aún quieren más. Su riqueza se basa en fraudes y deshonestidad. No son misericordiosos con los afligidos, sino que son egoístas. Profetas y sacerdotes caminan juntos en estas injusticias. Se están haciendo ricos, pero un día todo terminará y no tendrán firmeza en el juicio de Dios (v.26-31).
Situaciones insistentes y únicas (Jr 1-5)
1. Una llamada insistente (1:4-10, 17-19)
2. Un amor insistente (2:2-3.7.21)
3. Una rebelión insistente (2:5,8,11,13,20,35)
4. Una invitación insistente al arrepentimiento (3:7,10,12-15)
5. Un juicio único (4:4,8,18,20,31)
6. Un rechazo insistente (5:1,3-5,12-13,23)
[1] Novo Comentário da Bíblia, pg. 18 – Jr 5.1-8 (Editado pelo Prof. F. Davidson, MA,DD. Editado em Português pelo Rev. D. Russell P.Shedd, MA, BD, PhD – Edições Vida Nova – São Paulo – SP – 2000)
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