Capítulo 17: Las dos águilas y la vid
1. Dios quiere enseñar a Israel a través de otra comparación. Un águila con muchas plumas, de varios colores, tomó la rama más alta del cedro del Líbano. El águila llevó la rama a la tierra de mercaderes. Tomó la semilla y la colocó con cuidado en un campo fértil, junto a las aguas. Nos queda saber si "con prudencia" tiene algo que ver con "como un sauce". Algunas versiones dicen "con precaución" y omiten "como un sauce". Se explica por el hecho de que el sauce necesita mucha agua y el hecho de plantar la rama de cedro junto a las aguas demuestra que el águila actuó con prudencia, tratando el cedro como si fuera un sauce. El cedro que se plantó como si fuera un sauce se convirtió en una vid baja, con raíces, cuyas ramas se extendían lanzando de sí pequeñas ramas. Apareció otra águila emplumada. Las raíces de la vid se movieron hacia esta águila para recibir agua de ella a través de los surcos de la plantación de vid. La vid estaba en un lugar privilegiado, con agua, para producir sarmientos y buen fruto, en fin, para ser una buena vid. La vid no prosperará, porque el Señor arrancará sus raíces y para eso no necesitará usar mucha gente. Un viento del este hará que se sequen sus raíces, desde el surco (v.1-10).
“Él también tomó la semilla de la tierra y la plantó junto a las aguas para que pudiera extender la vid y para que sus sarmientos fueran delante de los que la plantaban: la elevación de Sedequías al trono de Nabucodonosor como monarca feudal [ un rey siervo] "[1]
2. El rey de Babilonia invadió Jerusalén y se llevó al rey y a los príncipes allí. Babilonia se compara con un águila llena de plumas, es decir, "llena de ... ciudades, torres, gente, armas y riquezas" (Gill, v.3). "La monarquía babilónica está ilustrada por un león con alas de águila". (Gill). “Uno de la familia real ... por la semilla de la tierra (17:5). Matanías, hijo del rey Josías, tío de Jeconías; a quien Nabucodonosor llamó Sedequías ... ”(Gill). Este rey estaba controlado por Babilonia. Sedequías les permitió tomar las ramas que eran los nobles, las riquezas y todo lo demás. A través del pacto del rey de Israel con Babilonia, la tierra de Dios se convertiría en tributaria de Babilonia y subsistiría de esta manera. El rey Sedequías rompió el pacto con Nabucodonosor, pero sus raíces no se volvieron hacia el Señor sino hacia Egipto, otra águila. Dios no apoyará la decisión del rey Sedequías y morirá en la tierra a la que él traicionó, es decir, Babilonia (v.11-18).
3. El pacto que rompió el rey Sedequías no fue con Babilonia, sino con Dios mismo. En este punto, lo mejor que el rey podía hacer era rendirse a Nabucodonosor, ya que el castigo era de Dios y no de Babilonia. Dios cazará al rey Sedequías y lo entregará a Babilonia. Junto con el rey Sedequías, todos los que traten de escapar de la invasión babilónica serán arrestados y llevados allá o asesinados a espada o esparcidos a otras tierras. Lo cierto es que serán desterrados de Judá. Dios tomará del cedro alto, es decir, la nación de Judá, y tomará la rama principal, es decir, de la familia de David, y la plantará en lo alto. y monte sublime que es el monte de Sion, Jerusalén. Esta es una hermosa profecía mesiánica. El Mesías surge del renuevo principal de ese cedro. Jesucristo es de la familia de David. Establecerá su reino en el monte Sion en Jerusalén. El Mesías producirá otras ramas, es decir, personas se convertirán a Él. Debajo de Él habrá todo tipo de aves. Esto muestra que no solo los judíos, sino personas de todas las naciones se convertirán al Mesías y vivirán bajo su sombra. Esto sin duda nos lleva a Juan 15. La caída de la nación de Israel hará que otros conozcan al Mesías y la restauración de la nación también servirá como testimonio y bendición para todas las naciones (v.19-24).
[1] The Cambridge Bible for Schools and Colleges By Cambridge University Press – Ez 17.5-6 (extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)
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