Capítulo 13: El juicio final contra Israel
1. Efraín, que es la nación de Israel, murió a causa de su idolatría. La muerte fue la separación de la comunión con Dios. Un día era como un hombre poderoso y al siguiente estaba muerto. Sin embargo, continuaron en sus pecados. Incluso se rebajaron frente a una escultura de un animal, besándola. El juicio es que pasarán como niebla. Israel necesitaba recordar el pasado para darse cuenta del Dios verdadero y maravilloso que tienen. La nación salió de una peregrinación en el desierto de 40 años y cuando recibieron una tierra verde, se alejaron del Señor. Esto está muy claro en Jueces 2:10-23. El Señor, que es un León protector, ahora se convierte en el León devorador. Nadie podrá ayudar a Israel. Ni siquiera los reyes con los que quieren aliarse. La primera vez que la nación quiso un rey, Dios lo permitió, pero también se lo quitó. Ese rey era Saúl (v.1-12).
“Israel fue destruido a causa de su rebelión y no pudo salvarse a sí mismo; Su ayuda venía únicamente del Señor. Este ejemplo bien puede aplicarse al caso de la redención espiritual, al estado de perdición en el que todos caímos debido a los pecados que practicamos voluntariamente. Dios generalmente concede el descontento con lo que deseamos cuando estamos en pecado. La felicidad de los santos es que tanto si Dios da como si quita, todo se hace con amor. La desgracia del malvado es que, si Dios le da o le quita algo, todo se hace con ira y nada es reconfortante ".[1]
2. Israel es como un niño que no quiere nacer. Incluso bajo todos los dolores del parto, Israel no se rinde, no se arrepiente, poniendo a la madre y al niño en peligro de muerte. En el v. 14, aunque el apóstol Pablo lo usó más tarde como un consuelo y una victoria para el creyente frente a la muerte, aquí en Oseas se usa como palabras de juicio. Dios usará la muerte contra Israel. Algunos piensan que el significado es una pregunta ("¿Te apartaré del poder del Seol y te rescataré de la muerte?" La respuesta es "No"). Efraín puede dar algún fruto, pero el Señor ya está decidido a usar a Asiria, el viento del este, para disciplinar a su pueblo (v. 13-16).
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