jueves, 12 de agosto de 2021

Mateo 19

 Capítulo 19: El divorcio, los niños y el joven rico

 

1. La aceptación del divorcio es un rechazo del claro pronunciamiento de Cristo.[1] Aceptar el divorcio es como decir: "Soy duro de corazón y todavía vivo en los rudimentos de la Ley de Moisés". Las dos escuelas que se dividieron sobre el tema del divorcio y la interpretación de Deuteronomio 24: 1-4 son las escuelas del rabino Shamai y el rabino Hillel. Shamai era estricto en cuanto a prohibir el divorcio excepto por infidelidad, pero Hillel era más liberal al permitir que un esposo despida a su esposa incluso si ella dejaba que la comida se queme. El Señor Jesús es quien instituyó el matrimonio y quiere que continúe como comenzó, es decir, hasta que la muerte separe a la pareja. El matrimonio es la unión de la carne y no del espíritu, por tanto, la solo a muerte separa a la pareja. La infidelidad acaba con el matrimonio, pero es dudoso que deje a las personas (infractor o víctima) libres para volver a casarse. Jesús no prohíbe el celibato, pero advierte que es solo para algunos que pueden o para quienes tienen el don del celibato para servir al Señor (v.1-12).

 

"Dios mismo instituyó la relación entre marido y mujer, y los que están unidos por la ordenanza de Dios no deben ser separados por la ordenanza del hombre, excepto por fornicación [adulterio]".[2]

 

2. Nuevamente Jesús les recuerda a los discípulos la humildad ilustrada en los niños pequeños. Los adultos pueden olvidarse fácilmente de su infancia y rechazar a los niños como si fuesen intromisiones no deseadas. Cuando esta actitud entra en los círculos evangélicos, fácilmente detectamos síntomas en las débiles escuelas dominicales, en las reprimendas públicas en los servicios por “las molestias causadas por los bebés” y en la falta de jóvenes que alguna vez fueron niños en las iglesias (v.13-15).

 

3. Aquí en Mateo no se menciona que ese joven rico llamó "bueno" a Jesús. No hay un hombre bueno, solo Dios es bueno, entonces Jesús quiere que el joven exprese lo que piensa de Jesús, ¿es un hombre o es Dios? La obediencia a los mandamientos sería la prueba de la perfección, pero en la vida de todo ser humano ya está bien probado que nadie es perfecto para obedecer todos los mandamientos. Sin embargo, el joven tiene la oportunidad de confiar en Jesús y hacer lo que Él manda en ese momento. Lo más serio no fue su mezquindad acerca de sus posesiones, sino su llamar bueno a Jesús y no confiar en Él como Dios. Sería como si alguien le preguntara a un candidato para la obra misionera: "Si Dios te llamara para ir a ese lugar, ¿irías?". Cuando Dios llama, ¿por qué dudaría alguien? Las riquezas pueden alejar a las personas del discipulado de Cristo. El significado del término regeneración que Cristo usó en el versículo 28 no se refiere a la salvación individual, sino que se refiere a la nueva creación y renovación de la tierra, es decir, el establecimiento de Su reino. Tenga en cuenta que prefiere usar el término Hijo del hombre y menciona el juicio de la nación de Israel. Él hará justicia a Israel después de toda la persecución que sufrirá, por lo tanto, establecerá el trono de Su gloria al final de la Tribulación para la entrada del reino. Los primeros que recibirán la proclamación del reino pueden quedarse atrás al rechazarlo y los que vengan después podrán aceptar el reino y entrar en él (v.16-30).

 

Temas en su estado puro (Mt 19)

1. El casamiento (v.1-12)

2. Los niños (v.13-15)

3. Las riquezas (v.16-30)



[1]  Lea el artículo “Quando um cônjuge é infiel” de Tim Jackson.

[2] Summarized Bible Complete Summary of the Bible – Keith L. Brooks – Mt 19.9 - Copyright 1919 (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)

 

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