Capítulo 7: Pablo responde sobre el matrimonio
1.Sin duda se trata de un asunto íntimo, donde solo es permitida por Dios la unión de la pareja. Sin embargo, los principios bíblicos del sexo son para que todos los comprendan y, en esto, hay permiso para dar consejos con toda pureza. Los consejeros de pareja nunca deben dejar este asunto fuera de su asesoramiento, aunque debe hacerse con confidencialidad y respeto. Las dificultades sexuales a menudo no son de naturaleza orgánica, pero si es así, un médico que se especialice en el área puede ayudar a resolverlas.
2. Con frecuencia, los problemas sexuales son de origen espiritual, mala formación recibida en el hogar, prejuicios, tabúes y psicológicos. Algunos de los problemas más comunes relacionados con la falta de felicidad sexual en el matrimonio son los siguientes:
TEMOR - principalmente debido a la falta de preparación al contraer matrimonio.
RESENTIMIENTO - por no haber sido respetado en algún momento: antes o durante el matrimonio, por el cónyuge o por otro.
SENTIMIENTO DE CULPA - debido a tabúes o experiencias pasadas.
CELOS - reales debido a la infidelidad del cónyuge o por simple imaginación de que el cónyuge es o puede ser infiel.
FATIGA - factor físico que afecta el desempeño sexual. Este problema se agrava cuando uno de los cónyuges no comprende al otro.
3. Los corintios estaban confundidos. Todo era inmoral en Corinto, además los creyentes eran perseguidos (en Corinto, no necesariamente persecución física). Por alguna razón que no sabemos exactamente, Pablo aconseja a los creyentes en Corinto el celibato, al menos por este tiempo. Dios anima a las parejas a tener relaciones sexuales dentro del matrimonio. El sexo, aunque no solo para prevenir la prostitución, es para que un hombre y una mujer mantengan sus cuerpos puros. Ninguna pareja debe sentirse culpable por disfrutar de las relaciones sexuales, ya que no tiene nada de pecaminoso (según todo el libro de los Cantares, Prov 5:18-19 y Heb 13:4). Los placeres sexuales no deben limitarse a una persona, sino a la pareja. Por lo tanto, deben buscar lo que les agrada mutuamente sin dañar su integridad moral. Pablo no condena el acto sexual cuando dice "no toque a una mujer". Tocar significa actividad sexual, reservada para personas casadas. Entonces Pablo está diciendo (no sabemos por qué en Corinto) que era bueno para la persona soltera permanecer en su estado. No por el acto sexual, sino por otra razón. Tanto es así que Pablo inmediatamente anima al matrimonio para evitar la prostitución, es decir, para aquellos que no podían permanecer solteros (v.1-2).
4. El deber conyugal es el sexo. Los creyentes de Corinto, confundidos como estaban, practicaban el celibato dentro del matrimonio. Se privaban de la práctica sexual, pensando que se trataba de una práctica pecaminosa, incluso en el matrimonio. Cuando te casas, el cuerpo ya no te pertenece. Tanto marido como mujer están en deuda mutua en el ámbito sexual. Un hombre no debe usar el cuerpo de su esposa de manera egoísta, sino satisfacerla, tal como lo hace la esposa en relación con su esposo. Los cónyuges están endeudados entre sí y el poder del cuerpo conyugal pertenece al cónyuge. El sexo es bueno, por eso Pablo dice que el esposo debe pagar a la esposa la debida benevolencia, y también la esposa al esposo. No es necesario determinar los días ni el número exacto de veces para tener relaciones sexuales, sino que lo importante es que ninguno de los dos debe quedar en falta en este asunto, sino satisfacerse mutuamente. Sin embargo, se permite la abstinencia por un período breve. Los dos se ponen en riesgo cuando se privan durante mucho tiempo (v. 3-4).
“Por lo tanto, para Pablo, el matrimonio es en gran parte sexual, como a menudo se describe en pasajes del Antiguo Testamento como Génesis 2:15, Prov. 5:15-20 y Cantar de los Cantares. El deseo de Pablo es que todos puedan ser solteros como él (v.7a), pero solo recomienda el celibato para aquellos que tienen el 'don’”.[1]
5. El acto sexual en el matrimonio debe ser una práctica habitual. Toda pareja debe entender que, además de lo que dijo Pablo, hay otras excepciones, una de las cuales es el caso de una enfermedad que imposibilita las relaciones sexuales. Pero esta razón es tan obvia (o debería ser) que Pablo ni siquiera la mencionó. La excepción mencionada por Pablo es la oración y el ayuno. Aun así, hay implicaciones involucradas (v.5):
1) ACUERDO COMÚN - Los dos deben estar de acuerdo en no tener relaciones sexuales durante ese tiempo.
2) POR UN POCO DE TIEMPO - La razón es simple: la pareja puede convertirse en presa fácil del enemigo para caer en la inmoralidad, como el adulterio.
3) MOTIVO EXCLUSIVO - El motivo es la oración y el ayuno, que es una decisión personal (aquí en pareja) en la que hay voluntaria abstinencia de comida, trabajo (aquí también del sexo) para dedicarse EXCLUSIVAMENTE a la oración.
4) PELIGRO - El peligro está incluido en la advertencia de Pablo: Satanás puede aprovechar la situación, si es por mucho tiempo. Tenga en cuenta que la oración no reemplaza la práctica sexual de la pareja. Por tanto, el acto sexual fue entregado por Dios a la pareja, no solo como un placer momentáneo, sino como una necesidad constante. Esto "derriba" la demanda de la Iglesia Católica de tener relaciones sexuales con el único propósito de la procreación |
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6. La incontinencia es “falta de autocontrol” (exceso). Si la pareja abandona las relaciones sexuales, tendrán falta de dominio propio sobre las tentaciones. Satanás puede tentar por “falta excesiva de práctica sexual” (“abstinencia excesiva”). Por lo general, el adulterio ocurre debido a la insatisfacción sexual dentro del propio matrimonio. La incontinencia siempre se refiere al exceso. Aquí, la advertencia de Pablo es en cuanto "a un exceso de falta", es decir, excederse en la falta de relaciones sexuales. Pablo no está dando órdenes de dejar de tener sexo para orar, sino que simplemente está haciendo una concesión, es decir, permitiendo que esto le suceda a quienes lo deseen. Por lo tanto, la pareja debe comprender que la oración no sustituye las relaciones sexuales (v.5-6).
7. Pablo cambia de tema en el v.6. Ahora trata el tema del soltero. Se trata de concesión (permiso) y no de mandamiento. Por tanto, en esta materia se permite elegir: matrimonio o vida célibe. Pablo quiere que los solteros permanezcan como él (es decir, solteros). Ya hemos visto en Hebreos 13: 4 que el sexo dentro del matrimonio es puro. Es una actividad normal y natural dentro del matrimonio. Hay una "lujuria idólatra" que impregna nuestra sociedad y que nosotros los salvos debemos evitar. En el hogar del creyente, uno de los cónyuges debe buscar satisfacer al otro con amor y respeto. El sexo nunca debe usarse como arma o chantaje. Sin embargo, si no tienes el don del celibato, lo mejor que puedes hacer es casarte. Pablo incluso fomenta el matrimonio en lugar de “quemarse”. Aunque el matrimonio es un alivio de las tensiones sexuales, es evidente que el matrimonio no debe basarse en esto (v.7-9).
8. No sabemos si Pablo se refiere a los dos como siendo creyentes, ya que solo en los versículos 12 y 13 es específico. Siempre ha sido muy común que las mujeres se conviertan antes que sus maridos. Cristo enseñó sobre el divorcio (Mt 19:6). Pablo no mencionó las excepciones que Cristo mencionó (Mateo 5:32, 19:9). Recuerde: Pablo no está dando una enseñanza específica de sí mismo, sino que solo está respondiendo preguntas específicas de los corintios. ¿Por qué Pablo está dando el ejemplo de la mujer? Probablemente porque esta era la pregunta específica de los corintios, ya que casos como este debían estar sucediendo. No había permiso para volver a casarse, excepto con el mismo, es decir, la reconciliación (v.11-12).
9. Jesús no trató con el matrimonio mixto, por lo tanto, Pablo para enseñar sobre esto debe haber tenido una revelación especial de Cristo. El creyente no debe separarse ni dejar de tener relaciones sexuales con un cónyuge incrédulo. Hubo muchos en Corinto que se convirtieron y su cónyuge permaneció incrédulo, como es común, incluso en nuestros días y cultura (v.13).
10. Las bendiciones de la comunión con Dios se extienden al cónyuge e hijos (incluso si son incrédulos - Génesis 15:18, 17: 7-8, 18:26). Otra forma en que se “santifica” el matrimonio es que las relaciones sexuales son lícitas. Los hijos que nacen son legítimos y no el resultado del adulterio, y el placer también es lícito, incluso si el cónyuge no es salvo (v.14).
11. El creyente es libre de conceder la separación. No sujeto a servidumbre, sino que queda libre del matrimonio (v.15).
Hay mucha controversia en los círculos evangélicos sobre si después de esto el creyente puede volver a casarse. Debemos recordar que todo matrimonio es una unión y no solo un contrato; por lo tanto, romper un contrato es romper una unión y la única forma de volver a conectar una unión rota es volver atrás o desatarse para siempre (o hasta que “la muerte nos separe” definitivamente). Incluso el matrimonio entre incrédulos es una unión divina, prueba de esto es que nosotros, como creyentes, nunca alentaríamos la separación si uno de los cónyuges se convirtiese. |
12. La salvación para el cónyuge incrédulo nunca se promete, aunque esta posibilidad existe (ver 1 Pedro 3:1). Quedar “sujeto” a ese matrimonio, cuando el incrédulo quiere romper, solo conduciría a la frustración y la tensión. El creyente no debe esperar grandes cambios por haberse convertido en cristiano. Para la sociedad, es posible que el creyente continúe siendo lo que es (v.16-17).
13. No importa (Gálatas 5:6). Es mejor obedecer a Dios que preocuparse por las “ordenanzas”, que son señales externas. Algunos judíos en la época de los Macabeos deshacían la circuncisión mediante cirugías. En la época de Hitler, algunos judíos también lo hicieron para preservar sus propias vidas.[2] El creyente debe servir a Dios en el lugar (posición) en que se encuentra. Pablo nunca fue un "teólogo de la liberación"; nunca luchó para deshacer la esclavitud, ni apoyó tal rebelión. Sin embargo, si había una oportunidad para que los "doulos" (esclavos) dejaran la esclavitud, era el consejo de Pablo (v.18-22).
14. Somos esclavos del Señor, pero nunca de los hombres. Lo que más importa es la relación con el Señor. Pablo refuerza que su opinión es fiel. Nuevamente el ejemplo recae sobre las mujeres. La opinión de Pablo adquiere un gran peso, porque ha recibido la misericordia del Señor. No hay "mandamiento del Señor ”sobre el tema, es decir, Jesús no enseñó nada sobre el tema, solo lo mencionó (Mt 19:12). Pablo está enfatizando el celibato para los corintios. Motivo: “la necesidad que apremia”. No se sabe exactamente cuál fue esta situación (v.23-27).
15. Pablo quiere evitar a las personas (tanto hombres como mujeres) el sufrimiento que sería casarse en ese momento. Nuevamente, no especifica el tipo de angustia. Como era respuesta a una carta, los corintios sabían lo que Pablo quería decir con "el tiempo es corto". Suena como un término escatológico, pero no podemos decir con certeza que Pablo estaba esperando la Parusía (venida) del Señor para esos días. Pablo hace aplicaciones muy prácticas a los corintios. Nada es importante ahora (debido a la actual situación de angustia) (v.28-30).
16. Los corintios pueden usar el mundo, pero no abusar de él hasta el punto de quedar absortos en sus intereses mundanos. No hay nada sólido en el mundo a lo que aferrarse, porque "la apariencia del mundo pasa". Las diversas preocupaciones (v.31-35)
17. Pablo ahora se dirige al padre o tutor de una niña. Si la edad natural de la niña para casarse (“pase ya de edad”) ha llegado, el padre debía casar a su hija, a menos que ella tuviera el don de celibato. No hay nada impropio en ser soltera, pero en la cultura de los corintios una mujer soltera no podía vivir tan libremente como en nuestra sociedad. Pablo da su opinión y preferencia: mantener a la hija soltera, pero aquí hay tres implicaciones (v. 36-37):
1. PROPÓSITO FIRME - es decir, el padre no puede actuar en contra de su conciencia, pensando que es indecoroso dejar a su hija soltera.
2. EXENCIÓN DE COMPROMISO - El padre puede no necesitarlo, es decir, no necesita cumplir con ningún contrato con algún joven(dote).
3. DOMINIO SOBRE SU PROPIA VOLUNTAD - El padre debe tener autoridad, es decir, el derecho a llevar a cabo su propósito. Por tanto, si la hija no tiene el don del celibato, o ya está comprometida con algún joven, este padre no tiene la autoridad para mantenerla soltera. |
18. El resumen de Pablo es el siguiente: casar a la hija es una buena decisión. Mantenerla soltera es una mejor decisión (v. 38).
19. La esposa está vinculada al esposo mientras éste vive. Esto es lo que llamamos la indisolubilidad del matrimonio. Solo la muerte puede separar a una pareja unida en matrimonio. Cuando un hombre muere, la mujer es libre de volver a casarse si así lo desea, pero solo en el Señor, es decir, con un hombre creyente. Entendemos que esta opinión de Pablo es temporal y circunstancial, es decir, en la situación del tiempo y el lugar, porque en 1 Timoteo 5:14, Pablo aconsejó a las viudas más jóvenes exactamente lo contrario. Algunos comentaristas liberales piensan que Pablo no estaba seguro de tener el Espíritu Santo cuando dice "Creo que tengo el Espíritu del Señor". Por supuesto, esto es solo modestia de parte de Pablo y también lenguaje autoritario (v. 39-40).
1.
Todo sobre el matrimonio (1 Co 7) 1. El matrimonio es un antídoto contra la impureza (v.1-2) 2. El matrimonio es también responsabilidad sexual (v.3-4) 3. El matrimonio es también frecuencia sexual que no puede ser reemplazada ni siquiera por la oración (v.5-6). 4. El matrimonio es un don (v.7) 5. El matrimonio es para la mayoría (v.8-9) 6. El matrimonio es indisoluble (v.10-11) 7. El matrimonio es unión divina, incluso cuando se tienen creencias mixtas (v.12-13) 8. El matrimonio santifica (v.14) 9. El matrimonio es disuelto solo por la parte incrédula (v.15-16) 10. El matrimonio es una vocación (v.17-24) 11. El matrimonio es un asunto espiritual y bíblico (v.25) 12. El matrimonio es un peso en situaciones específicas (v.26-31) 13. El matrimonio es una preocupación (v.32-35) 14. El matrimonio es también cultural (v.36-40) |
[1] 1 Corinthians 7:29–31 and the Teaching of Continence in The Acts of Paul and Thecla- W. Edward Glenny (GTJ—V11 #1—Spr 90—60 - Copyright 1997 by Grace Theological Seminary and Galaxie Software)
[2] O Novo Testamento Interpretado versículo por versículo vol. 4, pg. 105 – 1 Co 7.18 – Russell Norman Champlin (Editora Candeia – São Paulo – SP – 9ª reimpressão setembro de 1995)
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