martes, 4 de enero de 2022

Santiago 1

 Capítulo 1: Luchas y recursos del creyente

1. Santiago era hermano de Jesús, pero se presenta como siervo. Los creyentes a los que escribe estaban esparcidos por todo el mundo conocido en el año 44 d.C. Hoy en día hay hermanos en Cristo esparcidos por todo el mundo. Las luchas de la vida no son agradables, pero Santiago dice que el creyente debe gozarse (v.1-2).

 

2. La razón del gozo está en el resultado que las pruebas de fe producen. La perseverancia es uno de los resultados. Con la perseverancia viene la perfección y la integridad. El creyente está completo y no le falta nada para agradar a Dios (v. 3-4).

 

3. El creyente no queda sin los recursos de Dios para las luchas de la vida. Dios da sabiduría, pero es necesario pedirla en oración. Reprochar (despreciar, echar la cara). Salomón le pidió a Dios sabiduría y esa debería ser nuestra prioridad en la oración. La fe en la oración es la seguridad de que Dios responderá. Dios siempre responderá "sí" a la solicitud de sabiduría. La falta de fe no es solo la falta de un accesorio o adorno en la oración, es incredulidad. La incredulidad es pecado. Aquellos que oran, pero no creen, están en conflicto mental y esto resultará en una vida inconstante. Tener doble ánimo es como tener dos mentes en guerra entre sí (v. 5-8).

 

4. No hay dignidad alguna en ser pobre o rico. La dignidad del creyente pobre está en ser hijo de Dios y no en ser pobre. Dios no eligió a los pobres ni a los ricos. Los ricos no son insignificantes porque sean ricos, sino porque las riquezas solo tienen algún significado en este mundo y no significan nada después de la muerte (v. 9-11).

 

5. Las tentaciones estarán aquí en la tierra. El premio para la aprobación será en el futuro. No sabemos de qué se tratan las coronas mencionadas en la Biblia como premios. Las tentaciones en sí mismas no son un pecado, porque de ellas podemos salir victoriosos. Ceder a la tentación es pecado. Dios no hace que nadie caiga en pecado. La codicia es un “embarazo” no deseado que da a luz al pecado y este será un tormento para el pecador. El pecado es el fruto maduro de la codicia (v. 12-15).

 

6. Es muy fácil dejarse engañar por las apariencias. Hay cosas buenas que no se originan en Dios, sino que son apenas placeres usurpados de las bendiciones de Dios. Hay placeres que parecen bendiciones de Dios, pero son solo deseos egoístas. Las bendiciones de Dios no sufren variación y no son tinieblas pecaminosas. Los salvos son los primeros frutos de la regeneración. Ninguna criatura recibe la bendición de la salvación, solo los seres humanos que creen (v.16-18).

 

7. La ira nos deja sordos. La disposición a escuchar la Biblia resulta en justicia de Dios. Hay un tipo de salvación que el creyente necesita. Es la salvación de la inutilidad de la vida cristiana. Esto se obtiene al obedecer la Palabra de Dios y santificarse a través de ella. Si hay una acumulación de malas actitudes en la vida del creyente, solo la obediencia a la Palabra de Dios puede hacer la limpieza (v.19-21).

 

“No podemos responder a las pruebas quejándonos y enojándonos por ellas. Santiago aconseja a sus lectores que permanezcan en silencio, en calma y escuchen de manera sumisa la Palabra de Dios ”.[1]

 

8. Escuchar la Palabra de Dios, solamente,  no trae transformación de vida. Es un engaño contra el alma misma. Oír la Biblia y no practicarla es como mirarse en el espejo. Saliendo de allí, ya no sabemos cómo estamos. Dios bendecirá al creyente que obedezca la Palabra perfecta y liberadora. Aquellos que no obedecen la Palabra son esclavizados por el pecado y esclavos de sí mismos (v.22-25).

 

9. Un ejemplo de obediencia a la Palabra es el control de la lengua. Como manzanas de oro  con figuras de plata, es la palabra dicha como conviene (Prov. 25:11). Otros ejemplos de obediencia a la Palabra son cuidar de los que sufren y separarse del mundo (v.26-27).

 

“Hay muchos tipos de religión en el mundo, todas las cuales están destinadas a acercar al hombre a Dios. La mayoría de estas religiones son de origen humano. Algunas atienden a algunas clases de personas. Algunas son de naturaleza esencialmente social. Otras existen para enriquecer a sus líderes. La mayoría de las religiones del mundo son, en mi opinión, una mezcla de ideas humanas mezcladas con un poco de verdad aquí y allá. Omiten mucha verdad y se desvían de la voluntad de Dios. La religión sin mácula es la enseñanza de las Sagradas Escrituras. Mucho más que eso, es la práctica de esta verdad”.[2]



[1]  Notes on James, pg. 20 – Tg 1.19 - Dr. Thomas L. Constable (Published by Sonic Light - 2014 Edition)

[2] Commentary on James – Tg 1.27 - Charles Hess (Copyright ©2001, Charles Hess, Lakeside, California http://www.oldpaths.com/CH/Comments/James/james1.html (39 of 55) [03/07/2004])

 

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